La Red de Cooperación de Protección del Consumidor -CPC- de 27 países (24 Estados miembros de la UE, 2 países del EEE y el Reino Unido) ha presentado los resultados de un estudio en el que se concluye que casi la mitad de las organizaciones estudiadas son responsables de generar información falsa o engañosa y, por tanto, empresas que realizan una práctica comercial desleal según la Directiva sobre comerciales desleales (UCPD)
El estudio en cuestión evalúa las declaraciones de sostenibilidad por parte de 344 organizaciones. El foco se pone sobre empresas de sectores como el textil, la cosmética y artículos del hogar.
Después de analizar la información fácilmente disponible para los usuarios en las webs de los comerciantes, las conclusiones a destacar son:
- En el 57,5% de los casos, los comerciantes proporcionan información insuficiente para poder evaluar la veracidad de ciertas afirmaciones que hablan sobre su sostenibilidad.
- En el 37% de las organizaciones, las autoridades CPC consideraron que las afirmaciones incluyen declaraciones vagas como “respetuoso con el medioambiente” o “sostenible”, cuyo único objetivo es transmitir una buena impresión al consumidor.
- En el 59% de las empresas, se ha encontrado que hay una falta de proporción de información que respalde las afirmaciones.
Aunque la “tasa del greenwashing” va menguando, en comparación a estudios anteriores, sigue siendo muy alta..
En 2015, las autoridades de la CPC realizaron un análisis sobre la Información precontractual requerida por la Directiva de Derechos del consumidor 2011/83/UE. Se analizaron 743 sitios web con la intención de valorar la calidad de información disponible para los usuarios antes de realizar sus compras. En el reporte especificaron como 436 de las páginas (el 63% de los casos) presentaban irregularidades.
Las exigencias de los consumidores han ido en aumento en los últimos años. De aquí que las empresas vean la necesidad de mostrar buenas prácticas en materias social y ambiental. Sin embargo, muchas de ellas ponen sus esfuerzos en el mercadeo de sus productos y no en la transformación real de la organización.
Confundir al consumidor no tiene sanciones legales sino, también, sociales. Para Silvia Albert, Fundadora y Directora General de la Agencia Comma, “el greenwashing es una práctica que puede traer beneficios en el cortísimo plazo pero que , más temprano que tarde, es castigada por los consumidores”.
La falta de autenticidad pone en riesgo la credibilidad, la imagen y la reputación de las empresas y las marcas.