¿Por qué se ha revisado la Directiva sobre información no financiera?

La Directiva introdujo la “perspectiva de doble materialidad” para definir cómo se deben presentar los informes no financieros. Esto significa que las empresas deben informar sobre dos aspectos: cómo afectan los problemas de sostenibilidad en la empresa y sobre el impacto que este sujeto tiene en todas las personas relacionadas con la organización y en el medio ambiente.

Sin embargo, esta primera decisión no fue suficiente. Los informes, aun respetando la normativa vigente, omiten mucha información de interés para los stakeholders. Además, se ha comprobado que la información ofrecida puede ser difícil de interpretar y comparar con otras compañías, lo que genera desconfianza y falta de una visión general fiable de los riesgos relacionados con la sostenibilidad a los que se exponen las empresas.

Ante la falta de calidad en los reportes, la Comisión se ha visto obligada a redefinir la Directiva para mejorar la transparencia en Europa. Además de brindar una solución ordenada y rentable a los problemas de un aumento de la demanda por parte de los diferentes grupos de interés en cuanto a informar de sostenibilidad.

Y aunque esto va a implicar una necesidad de inversión a corto plazo para las empresas que están sujetas a la normativa, también va a suponer una reducción de costos a medio y largo plazo.

¿Quién debe reportar informes de sostenibilidad a partir de ahora?

Hasta el momento, las normas se aplican a las empresas denominadas “entidades de interés público”, es decir, a aquellas sociedades cotizadas, bancos y compañías de seguros. Esto engloba a las grandes empresas, las que tienen más de 500 empleados. Sumando un total de unas 11.000 empresas.

Con esta nueva propuesta, la normativa expande el número de empresas a las que se requiere un informe de sostenibilidad, sumando un total de unas 50.000 empresas. Englobando a todas aquellas grandes empresas, estén o no cotizadas, y sin importar el número de trabajadores de su plantilla. Además, la propuesta quiere incluir en la obligación de informar a aquellas PYMES cotizadas, con la excepción de las microempresas.

¿Qué supone para las PYMES el deber informar sobre sostenibilidad?

Los requisitos para estas empresas están totalmente adaptados a ellas, con unos estándares más simples que el de las grandes empresas. Además, para las PYMES que cotizan en bolsa, solo se aplicará la normativa de aquí a tres años debido a las dificultades a las que se están enfrentando a consecuencia de la pandemia del COVID-19.

La decisión de incluir a estas empresas en la obligatoriedad de presentar dichos informes, se debe a la situación del mercado y sus demandas actuales. Cada vez más, nos encontramos con que los bancos, así como otros grupos de interés, requieren información de este calibre para valorar sus relaciones con ellas.

El presente está requiriendo a las empresas que la recopilación y la compartición de datos sobre su sostenibilidad se convierta en una práctica comercial para cualquier tipo de acción y decisión que se necesite tomar por parte de las juntas directivas.

Las ventajas competitivas que una PYME obtendrá al realizar reportes de información no financiera son:

  • Dar respuesta a las exigencias de los clientes y los diferentes grupos de interés.
  • Acceso a nuevos mercados.
  • Reducción de costos a medio y largo plazo.
  • Alianzas con otros actores y negocios con grandes empresas.
  • Facilitación para acceder a financiación y a contrataciones públicas.
  • Una mejora de la reputación y un aumento de la confianza en la marca, mejorando la imagen corporativa de la empresa.
  • Adelantarse a futuras normativas y leyes que se esperan por parte de las organizaciones gubernamentales.

¿Cómo se alinean los estándares de la Unión Europea con los estándares globales?

Las normas propuestas para la elaboración de informes de sostenibilidad de la UE se basarán en las iniciativas de normalización a nivel mundial y contribuirán a ellas.

Se apoyarán iniciativas como el G20, el G7, la Junta de Estabilidad Financiera y otros para desarrollar los estándares de sostenibilidad a nivel global, basándose en el trabajo del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima.

Los compromisos internacionales con los que se deberán alinear son tales como el Pacto Verde Europeo, el Acuerdo de París y la Agenda 2030 y sus ODS. Además de respetar el marco legal existente en Europa, el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles y el Reglamento de la Taxonomía.

Esto requerirá una cooperación bidireccional constructiva entre el EFRAG y las iniciativas internacionales relevantes.

Alinear la nueva normativa con cada una de estos compromisos internacionales, tiene como objetivo reducir la complejidad y la posibilidad de encontrarnos con requisitos de informes duplicados.

¿Cómo se va a realizar la auditoría de los reportes de información no financiera?

Por primera vez, la propuesta introducirá un requisito general de auditoría para toda la Unión Europea. Este empezará siendo un requisito de garantía “limitada”, dejando que los Estados miembros de la UE opten por permitir que las empresas auditoras habituales puedan asegurar y validar la información sobre sostenibilidad.

¿Qué papel juega la digitalización en la nueva normativa de la Comisión Europea?

Aunque se requiera de una inversión inicial por parte de las empresas, poder presentar los informes de manera digital supone un menor coste y unas mejoras en la forma en que los inversionista y otros stakeholders pueden comparar y usar esta información reportada.

La propuesta quiere que las empresas preparen su información en formato XHTML, de acuerdo con el Reglamento ESEF, y que se etiquete la información de acuerdo con un sistema de categorización digital como y cuando se especifique en dicho Reglamento.

Esto significará que la información sobre sostenibilidad se podrá incorporar fácilmente en el Punto de Acceso Único Europeo previsto en el Plan de Acción de la Unión de los Mercados de Capitales, para el que la Comisión presentará una propuesta a finales de este año. La digitalización de los informes de sostenibilidad de las empresas también está en línea con la Estrategia de Finanzas Digitales, que tiene como objetivo mejorar el acceso a los datos y la reutilización de datos dentro del sector financiero.

¿Qué pasará a partir de ahora?

El Parlamento Europeo y los Estados miembros negociarán en el Consejo un texto legislativo final sobre la nueva propuesta de la Comisión Europea.

Al mismo tiempo, EFRAG estará trabajando sobre un primer conjunto de borradores de estándares de informes de sostenibilidad acorde con la legislación. Con una data de presentación a mediados del 2022.

Si el Parlamento y el Consejo llegan a un acuerdo a mediados del año 2022, las empresas podrían empezar a deber de aplicar dicha normativa en el ejercicio 2023. Todo dependerá de la rapidez en las negociaciones entre ambas partes.

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